23 de junio de 2010

La situación de las pasantías en Turismo

Escritor invitado: Roberto Lucarini del Grupo Educativo Perito Moreno
       
La pasantía es, según el artículo segundo de la Ley 26.427, “el conjunto de actividades formativas que realicen los estudiantes en empresas y organismos públicos, o empresas privadas con personería jurídica, sustantivamente relacionado con la propuesta curricular de los estudios cursados en unidades educativas, que se reconoce como experiencia de alto valor pedagógico. Podemos decir que es algo así como una “extensión práctica de lo desarrollado en el aula”.  

Si bien el objetivo de las mismas es lograr que los alumnos tomen contacto con su futuro ámbito laboral, familiarizarse con el ejercicio de su rol profesional y contribuir a facilitar la etapa de transición entre el período educativo y el ejercicio de la profesión, no es de extrañar que algunas empresas u organismos utilicen esta ley para beneficiarse ellos mismos y, en algunos casos fraguar las obligaciones con la AFIP u otros organismos públicos. Más aún, en alguna oportunidad, algunas empresas tomaron una gran cantidad de pasantes, a veces mayor al porcentaje permitido en relación con los empleados, y los utilizaron como mano de obra barata, asignándoles tareas no acordes al objetivo de la formación académica. Es por esto que la Ley 26.427 ha adoptado una posición en defensa de los practicantes, que según algunas empresas, las perjudica sensiblemente.  
Por ejemplo, la Ley menciona que los pasantes deberán trabajar 4 horas diarias. Ni un minuto menos, ni un minuto más. Contarán con ART y Obra Social. Asimismo, deberán tener una asignación estímulo basada en el mejor convenio colectivo del rubro en el que trabaje, proporcional a las horas de trabajo. 
Estas nuevas particularidades de la Ley, ahuyentan a los empresarios, ya que por tan pocas horas de trabajo, “no les conviene” tomar pasantes. Y menos… si tienen que incorporarlos a una ART y Obra Social…

Ahora, hagamos memoria. ¿Cómo nacen las pasantías?. Algunos señalan como antecedente las prácticas en hospitales de los alumnos de medicina y otros indican la década del 60 como el inicio de la actividad, para fortalecer el desarrollo de la industria nacional. En el caso de Turismo, el Instituto Superior Perito Moreno, en el año 1983, fue pionero con esta modalidad. En ese momento, los alumnos de la carrera de Técnico Superior en Turismo, cumplían “pasantías” (no pagas) en las Casas de Provincia de la Ciudad de Buenos Aires. Promediando la década del 80, y para sorpresa de muchos, la carrera de Técnico Superior en Administración Hotelera incorporó con éxito a su plan de estudios oficial y en forma sistematizada y obligatoria, el régimen de pasantías comenzando con observaciones y cumpliendo con una guía de trabajo. 

Es por todo esto que, si bien la Ley 26.427 podría necesitar algunos ajustes, nuestro “trayecto” nos indica que la experiencia debe continuar y que en el mercado de las empresas turísticas, la experiencia es invalorable. En un altísimo porcentaje, y tenemos autoridad como para aseverarlo, las empresas del sector no sólo han respetado sus obligaciones previsionales sino que también han contribuido a la etapa de transición entre el período educativo y el ejercicio de la profesión. 
 
Roberto Lucarini
Comunicación Institucional
Grupo Educativo Perito Moreno

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